Esta es la historia verdadera de un niño, el segundo hijo de dos hermanos que por las mañanas y por las noches tenÃan derecho a comer bolillo y medio: le gustaba coleccionar canicas, acompañaba a su mamá al mercado, y tenÃa un papá muy elegante. Checo tenÃa nueve años casi diez cuando supo lo que realmente querÃa en la vida: ser maquinista. A sus nueve años casi diez, Checo descubrió la feria: se fue durante un tiempo con Jancobish y Hanulka, y se encontró a sà mismo.