Siglo XVI. Aunque la civilización anasazi lleva largo tiempo desaparecida, Xabel, el último de sus descendientes, idea un descabellado plan para tratar de hacerla resurgir, pese a la enorme dificultad de la tarea. Xabel está convencido de ser un elegido, y, dispuesto a cumplir su cometido, emprende un incierto viaje hasta el corazón del imperio azteca para solicitar ayuda al mismÃsimo emperador Moctezuma…
Y omnipresente a lo largo de todo el relato, CÃbola, la mÃtica ciudad de oro que los anasazi ubicaron donde nadie la pudiera descubrir. Ni siquiera los conquistadores españoles dieron con ella, pese a la costosa expedición que organizaron con ese fin.