El nuevo libro de Rodrigo Rey Rosa se presenta como una novela, pero se desarrolla en las arenas movedizas entre lo ficticio y lo historico. Con la forma suelta y aparentemente ligera del diario de apuntes y notas, Rey Rosa elude la novela de personajes, y la narracion funciona como un gran fresco historico o alegoria sobre la represion sanguinaria que ha sufrido Guatemala a lo largo de los ultimos siglos. La certera eleccion del genero le permite acomodar los hechos de su vida personal, contaminada por la violencia de Estado, y combinarlos con una dudosa investigacion en un vasto y caotico archivo policial. Esta posibilidad de atacar el mismo problema desde varias perspectivas y en un texto aparentemente libre de toda obligacion para con una sola linea argumental tambien abre camino para dosificar la ambiguedad, que constituye lo mas logrado de su novela y que es caracteristica de las ficciones de este extraordinario autor.