En la pequeña lista de sospechosos figura uno a quien Reacher mandó a prisión tiempo atrás y de quien se sabe que le ha jurado eterna venganza. Asà que nadie mejor que el legendario ex investigador militar para darle caza. Y con urgencia, porque los lÃderes del mundo esperan reunirse en el G-8 y ninguno quiere que le vuelen la cabeza ante las cámaras.