La pregunta por el ser ha estado siempre, desde los albores de la FilosofÂa, sobreentendida. Ha habido cierta preocupaci³n filos³fica por el ente, los entes, el ente supremo, etc. Sin embargo, el concepto m¡s universal ha sido obviado. Los prejuicios acerca de la innecesariedad de la pregunta por el ser son 3: Primero, «el €œser€ es el concepto m¡s universal» y por ello, indiscutible. Segundo, «el concepto de €œser€ es indefinible». Y tercero, «el €œser€ es un concepto evidente por s mismo»