El autor convierte a la ciudad absurda y cotidiana en el escenario de una carnavalada que revela el verdadero rostro del ser humano urbano actual y la acelerada conciencia artÃstica del escritor. En esta novela, se tratan tres tipos de parodias, una en la que se critica la vida en la gran ciudad, que es uno de los aspectos favoritos de Mendoza que se nombra la composición del agua formada por hidrógeno, oxÃgeno y caca. Otro rasgo es, las alusiones a aspectos de la vida cotidiana, uno de los más hilarantes de la novela, como donde hace referencia al chalet de 22 retretes de Boyer-Preysler. Y el último aspecto es la parodia por la parodia.