En Totem y tabu, escrito en 1912, Sigmund Freud (1856-1939) se propuso explicar los origenes de nuestra especie mediante interpretaciones psicoanaliticas proyectadas sobre la antropologia. El horror al incesto, la ambivalencia de los sentimientos respecto al tabu, las funciones desempenadas por el animismo y la magia, el totemismo y sus estrechas relaciones con la exogamia, son otras tantas consecuencias del drama edipico primigenio, esto es, del parricidio en la horda primitiva, base de la religion, la moralidad y las instituciones de la vida civilizada.