Paula necesitaba sacar a su deprimido primo de la cárcel y para ello debÃa conseguir cien mil dólares. Estaba claro que trabajando en un supermercado no los iba a conseguir, asà que la mejor manera de obtener el dinero, era robándoselo a la misma persona que habÃa metido a su inocente primo en la cárcel. Era lo más justo. Pero con Dan Hackford no se jugaba.