El libro de la Vida es el primero que escribe santa Teresa de Jesús, el más espontáneo y fresco, fiel reflejo de su personalidad y su experiencia humana y sobrenatural.
Lo escribe inicialmente en 1562 en una edición ya perdida. Pero vuelve a escribirlo de nuevo, basándose en el texto inicial, en 1565.
En su prólogo comienza: “Quisiera yo que, como me han mandado y dado larga licencia para que escriba el modo de oración y las mercedes que el Señor me ha hecho, me la dieran para que por muy menudo y con claridad dijera mis grandes pecados y ruin vida.†(Vida Prólogo, 1). Escribe por obediencia, no por gusto, y considera incompleto el relato en que le piden excluya sus faltas.
Define más adelante oración mental: “… que no es otra cosa oración mental – a mi parecer -, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama.†(Vida 8,5). Insistiendo en todo momento al lector en que no deje nunca esta oración.